
He aquí una nueva fantasía, morbosa tanto si eres el sumiso como el dominante. El morbo radica en la indefension en que queda el amante atado de manos y pies, a disposicion de lo que su pareja quiera hacerle. El mayor morbo se consigue si estás atado de pies y manos a la cama y realmente no hay posibilidad de moverse ni escapar. Si encima te vendan los ojos el morbo y el placer son maximos. Quien no se atreva a tanto puede probar solo con atar las manos entre si , pero sin atarse a la cama, con o que la mobilidad es mayor.

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